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Frase de la semana

Frase de la semana

jueves, 3 de octubre de 2013

ESTOY EN EL PARO Y CADA DÍA ME SIENTO MÁS SOL@

La situación de desempleo, aunque suele provocar efectos psicológicos, es vivida de manera muy diferente por cada uno de las personas que se encuentran en esa circunstancia. Con frecuencia el parado suele manifestar, entre otros síntomas, un sentimiento de vacío y de soledad (más aún, cuando todo ello se prolonga en el tiempo), afectando negativamente a su ámbito individual, familiar y social.

Son consecuencias que repercuten y dificultan la nueva incorporación al mundo laboral.
La falta de contacto con los demás y el alejamiento del mundo social, incrementará poco a poco la sensación de inseguridad, desconocimiento y la falta de control en ese ámbito profesional sobre el que hasta entonces, conocía y podía manejar. La persona, sin tomar clara conciencia de ello, puede ir creando sus propias barreras.

Consecuencia de ello, es por ejemplo el temor a no estar a la altura de las circunstancias frente a una nueva oportunidad laboral y, en concreto, frente a los primeros pasos, como son la entrevista de trabajo.

Por ello, es muy importante que, a pesar de su condición y de las dificultades del día a día, se mantenga activo y nunca abandone el contacto social, la formación y el uso de aquellos conocimientos, potencialidades y cualidades que seguro posee.

Vamos a partir, no obstante, de que no es un sentir general. Cada persona tiene una forma concreta e individual de afrontar y gestionar los acontecimientos adversos, a lo que se suman las diferentes variables que van a estar en la base del origen y mantenimiento de este escenario que aquí se plantea. Cambia mucho si se trata de desempleo temporal, o si es un paro de larga duración. También cambia en función de la edad, la formación, la experiencia profesional, las habilidades y recursos, etc. Otras variables a tener en cuenta son las relacionadas con su condición económica, cargas familiares, estatus social, etc. Son elementos que forman parte del día a día de cualquier persona trabajadora y que cobran un mayor peso y una mayor preocupación en el caso del desempleo. En función de todas las variables el desempleado se encontrará en mejor o peor condición, y con mayor o menor seguridad en cuanto a las perspectivas de su futuro profesional.
Como vemos, son múltiples las formas que resultan a la hora de dibujar el perfil de un parado en concreto.

¿Qué suele ocurrir cuando la persona se queda sin trabajo?

Desde el momento en el que falta el trabajo, quien quiere reincorporarse al mundo laboral suele poner en marcha muchos de sus recursos para manejar tanto la búsqueda de un nuevo empleo, como cubrir sus necesidades y mantener su posición social. La realidad a la que se enfrenta es dura cuando se vive un momento de crisis económica. No depende de él únicamente la posibilidad de encontrar un trabajo, sino también de factores externos que escapan a su control.

Se encontrará con puertas cerradas, momentos en las que es uno más entre muchos, verá cómo su CV pasa a formar parte de archivos de empresas,… pudiendo llegar a sentirse insignificante, y no reconocido. Los demás trabajando, pero él o ella no. La comunicación con los otros ya no fluye de la misma manera porque hay quien le entiende y quién no. La persona se puede sentir excluida en el ámbito social. Hablamos entonces de alguien que probablemente vaya perdiendo la seguridad y el control de las circunstancias. Hablamos de una persona que día a día ve cómo le faltan fuerzas y ánimos para hacer otra vez un mismo recorrido. Poco a poco la incertidumbre, la indefensión y el desánimo se hacen dueño de la realidad.

Aparecen entonces esos sentimientos de soledad, de desmotivación y el aislamiento.

¿Qué se puede hacer para no llegar a esta situación? ¿Qué puedo hacer para cambiarlo?

En primer lugar, es conveniente replantearnos el problema. Bien con ayuda de un profesional, o bien desde la propia persona, es necesario analizar cómo se está gestionando el día a día y, cómo se trabaja en la búsqueda de empleo, para así poner en marcha un plan que nos active, nos anime y nos mantenga motivados.

Entre las pautas que nos pueden ayudar:

- Acepta la realidad y reconocer las emociones es esencial como punto de partida.

- Piensa que la solución al problema no va a llegar desde fuera. Eres tú quien debe de ponerse en marcha y comenzar a hacer los cambios que sean necesarios.

- Piensa en las cosas positivas que podemos recoger de todo lo que estamos viviendo, y aparcar la negatividad, el pesimismo y la desazón.

- Plantéate la búsqueda de empleo como un trabajo a realizar, con todo lo que eso conlleva (rutinas, horarios, organización, acción, redes sociales…).

- Márcate un plan con unos objetivos concretos y unas pequeñas metas, creando nuevas alternativas que nos ayuden a salir de esa situación.

- Ponte una rutina diaria con un horario que te implique estar activo y que incluya desde el quehacer personal diario, hasta gestiones relacionadas con la búsqueda de empleo.

- Deja tiempo para el ejercicio físico, paseos... Debe formar parte del día a día si queremos mantener un estado de ánimo adecuado.

- Incrementa los contactos sociales. Te beneficiará a un nivel personal, y te abrirá la puerta a nuevos proyectos y nuevas vías profesionales.

- Sigue formándote ya que es fundamental para mantenerse dentro del mercado laboral. Busca opciones a ello, porque no siempre implican un coste económico. Muévete por tu ayuntamiento, asociaciones, centros de formación, pregunta a tus conocidos, etc.

- Prepárate para nuevas oportunidades. Estar fuerte y mantenerse activo será clave a la hora de afrontar una nueva entrevista o un nuevo puesto de trabajo.

- Y esencial, refuérzate con frecuencia. Cualquier logro o éxito, por pequeño que sea, eres tú quien está detrás de ello. Felicitarse y elogiarse por ello sube nuestra autoestima e incrementa la seguridad personal.

No olvidemos, por lo tanto, que los efectos psicológicos del desempleo dependen mucho de lo que cada uno a nivel individual haga para manejar su situación (sin menospreciar la importancia de los factores sociales y variables externas que con frecuencia están fuera de nuestro control). Seguir estos pasos, aumenta la probabilidad de volver a integrarse en la cadena social y profesional, con preparación, sentimiento de seguridad y sensación de control.

Cada uno es dueño de su propio destino, y al igual que el artista libremente va dando forma a una obra de arte, poniendo su creatividad e ilusión a favor de ello, todos podemos moldear nuestra vida a nuestra imagen y deseo. Pongámonos a ello.
  
Lectura adicional recomendada: “No Quiero Ser Portada de los Lunes al Sol”
(http://mercedesgigosos.blogspot.com.es)




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