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Frase de la semana

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jueves, 5 de febrero de 2015

Mi pareja me ha dejado con un mensaje de Whatsapp

Cualquier situación de ruptura de pareja conlleva habitualmente un difícil proceso de adaptación. Si además, ésta se produce sin una oportunidad de explicación se vuelve aún más complicada y dolorosa.

Cuando una pareja rompe, caen por tierra proyectos de futuro, ilusiones, y se producen cambios en muchos aspectos de la vida de cada una de las personas que han conformado la relación (rutinas, aficiones, amistades, relaciones familiares…). Es importante considerar que una ruptura abre un proceso de reflexión, un tiempo de dolor y una adaptación. El objetivo es poder cerrar la situación y considerar que se pasa página de todo ello.

Las rupturas que tienen lugar a través de las redes sociales y muy especialmente a través del Whatsapp, cada vez más frecuentes, hacen que las personas que lo experimentan se vean inmersas en un proceso muy complicado para gestionar su dolor.

El WhatsApp es un medio de comunicación distinto al que las personas han tenido hasta ahora para manejarse de forma habitual. El cara a cara desaparece y con frecuencia la persona que lo utiliza olvida que detrás de ese instrumento electrónico, hay otra persona con unas circunstancias, unas emociones y sentimientos, un estado de ánimo concreto que condiciona el momento y que difícilmente son percibidos a través de un mensaje de texto. A esto se suma la inmediatez y la espontaneidad con la que habitualmente se responde, así como el proceso por el cuál algunas personas se ven más capaces de decir y hacer cosas que en el frente a frente no pueden, no quieren o no saben afrontar.

Cuando la persona recibe un “quiero que rompamos”, “prefiero que dejemos de vernos”…, frases que en muchas ocasiones se acompañan con el bloqueo o eliminación del contacto, se le está impidiendo la expresión de una respuesta y ante todo el tener una clara explicación. Un miembro de la pareja decide romper y con un mensaje informa al otro de su decisión. ¿Y qué hay de ese otro? ¿Dónde quedan las emociones y sentimientos, cuál es el contexto y la realidad que da lugar a esa situación? 

La persona se queda con muchas dudas y cuestiones sin resolver (tengo yo la culpa, qué habré hecho mal, habrá conocido a otra persona, podré hacer algo para reconquistar a mi pareja…) No hay forma de poder conocer y resolver el problema. No hay posibilidad de comunicación. Circunstancias que colocan a quien lo sufre en un escenario de confusión, incertidumbre y sobre todo de gran indefensión. 

Cualquiera es merecedor de una explicación. Tener la oportunidad de tomar conciencia de todo lo que ha sucedido o dejado de suceder dentro de su relación. Poder preguntar y tratar de aclarar qué es lo que ha ocurrido. Contar con la posibilidad de expresar los sentimientos, pensamientos, opiniones, dudas… a través de un lenguaje verbal y no verbal, siempre dentro de un contexto en el que estén cara a cara las dos personas (emisor y receptor). Entender y tratar de resolver un problema.

Pero en esta situación, no solo tiene pérdidas quien se siente dejado. Cuando uno lleva a cabo la ruptura por Whatsapp, deja de poner en marcha herramientas básicas de la comunicación como son la empatía y la asertividad. Es mínimo el esfuerzo de ponerse en el lugar del otro y se hace válida cualquier forma de expresión. Se pierde entonces, la oportunidad de aprender a afrontar situaciones interpersonales que nos prepararán no solo para otra posible relación, sino para otros muchos ámbitos de la vida.

Conocer y reflexionar acerca de las razones que llevan a la ruptura va a permitir a las dos partes comprender la situación, sobreponerse a ella y obtener un aprendizaje de cara a una futura relación. Hay un mutuo beneficio y se fomenta una actitud mucho más activa para asumir esa ruptura sentimental.

Las redes sociales están cambiando nuestros hábitos de comunicación, lo que nos obliga a aprender a hacer un uso adecuado de estas herramientas y una gestión de nuevas normas sociales, comprendiendo que siguen siendo medios manejados y dirigidos por y para personas con sentimientos y emociones, que todos debemos respetar.

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